La responsabilidad civil es la obligación que recae en el conductor culpable de indemnizar o satisfacer una indemnización por el daño ocasionado al tercero perjudicado. La cobertura de responsabilidad civil obligatoria es asumida por la compañía aseguradora y comprende:
Daños corporales. El límite que establece la UE es de hasta 70 millones de euros.
Daños materiales: La compañía del conductor culpable es la que suele asumir el gasto de la indemnización con un máximo de 15 millones de euros.
Asistencia sanitaria: la compañía aseguradora del conductor culpable se encarga de cubrir las facturas médicas producidas por los daños físicos a las víctimas, como medicamentos, facturas hospitalarias, etc. Además, si tu compañía pertenece al convenio CIDE/ASCIDE (LINK DICC) también estará cubierto el conductor culpable.
Gastos de sepelio.
Se suele dar cobertura a las ventanas del coche (delanteras y traseras) y también el techo solar.
La compañía se compromete a indemnizar al asegurado en caso de robo del vehículo. Este tipo de indemnizaciones incluyen habitualmente:
Robo del vehículo: 100% de su valor en el momento del robo
Robo de piezas fijas del vehículo: 100% de su valor de nuevo
Robo de batería/ neumáticos: 100% de su valor en el momento del robo
Daños a causa del robo (p.e. cerraduras): 100% del importe de la reparación
En este caso se satisface un capital por muerte o invalidez.
Esta cobertura cubre los daños efectuados al vehículo asegurado de forma accidental, esté el coche en circulación o en reposo y siempre que el daño lo produzca una causa externa. Este tipo de siniestros suelen ser debidos a incendios o explosiones, choque, vuelco o caída del vehículo, hundimiento de terrenos, etc.
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